En el contexto del Seminario Regional: Una mirada subalterna de
la conflictividad socio territorial en el suroccidente de Colombia”
convocado por el Observatorio Nacional de Paz y el Centro de Organizaciones
para el Desarrollo Humano y Social La Gotera los días 23, 24 y 25 de febrero de
2012 en la ciudad de Pasto, al cual se invitó a las organizaciones sociales y
sectores sociales populares de los departamentos de Cauca, Caquetá, Nariño y
Putumayo pertenecientes a la región suroccidente de Colombia, con miras a
discutir los conflictos que más afectan sus comunidades y construir
colectivamente a la creación de caminos para resolver la incertidumbre
generalizada por la transformación de las condiciones de violencia, guerra y
disputa que afectan día a día a indígenas, mujeres, población afro
descendiente, campesina, jóvenes, víctimas de los diferentes conflictos ; surge
“Llamado desde el sur” como
declaratoria final de los participantes en representación de la sociedad civil,
que refleja la necesidad de conquistar espacios para la paz desde las
resistencias sociales del sur
colombiano.
Firmada por las organizaciones
asistentes, este documento inicia una ruta de difusión y sumatoria de esfuerzos
para iniciar con un proceso de diálogo democrático y gestión participativa con
entes gubernamentales, trascendiendo a una apuesta de apropiación de espacios
que contribuyan a la inclusión de los más afectados en la construcción de país
de cara a la negociación del conflicto social y armado en el suroccidente y
Colombia respectivamente.
LLAMADO DESDE EL SUR
Hablamos desde el contexto del Seminario Regional: Una mirada subalterna de
la conflictividad socio territorial en el suroccidente de Colombia”
convocado por el Observatorio Nacional
de Paz, un numero representativo de organizaciones de base social de
campesinos, mujeres, afros, defensores de derechos humanos, indígenas, jóvenes,
pobladores urbanos, quienes hemos asumido como mandato la realización de la paz como un acontecimiento en la
cultura, como realización en la vida cotidiana, pero también como un acuerdo
auténtico que no implique la humillación del otro lo otro diferente, sino la reivindicación de la vida integra,
digna, en <<buen vivir>> como condiciones de posibilidad que permita el
respeto de lo humano, la equidad de género y generación y aceptación de la
diversidad que tienen como potencialidad nuestros pueblos y territorios.
Somos niñas y niños, jóvenes,
mujeres, campesinos, indígenas, artistas, afro-colombiano, pobladores urbanos
de un territorio que tiene y ha tenido unos profundos lazos culturales que les
unen, especialmente los valores fundantes que siempre han iluminado y conducido
nuestro actuar. Estamos hablados de la solidaridad propia de los pueblos
indígenas expresos en la minga, la alegría
y sentido libertario de los pueblos
afro-colombianos, la dignidad a
prueba de los campesinos, un sentido y fin autonomista
de los mestizos. Con este legado
podemos contribuir a una construcción de país, que sea capaz de reconocer en
las regiones su solidez para contar
con legitimidad, más que su simple legalidad.
Además nuestro territorio, hoy constituido por los departamentos de
Cauca, Nariño, Putumayo y Caquetá en el pasado reciente estuvo hermanado por
profundos nexos culturales e históricos; a su vez depositario de riqueza en
diversidad biológica, por su condición pan-amazónica, estrellas fluviales, sistemas paramunos cuencas y micro cuencas
que abastecen un hilo entramado de ríos, quebradas, lagos, lagunas, esteros,
ecosistemas de manglar que en sí mismos son patrimonio en primer lugar y en
forma soberana de nuestros los
pueblos y de la humanidad.
Todo este panorama de riqueza
humana, de expresiones de culturas de pueblos que tienen prácticas y condiciones diferentes, se ve hoy atravesado por los
impactos de conflictos que vinieron a la región, especialmente por la
implantación de cultivos de uso ilícito,
el enfrentamiento que por disputa
territorial sobreviniente de todos los actores legales e ilegales, además de las tensiones que pueda producir la
implementación de proyectos minero-energéticos. En medio de estas condiciones, la Región no
puede seguir un proceso de agudización del conflicto que en esta coyuntura ha
visto acontecimientos como los sucedidos en Tumaco, Norte del Cauca , Caquetá y
Putumayo, muchos sitios de la región donde las vejaciones y violaciones a los
derechos han sido indignantes; cuando como sociedad seguimos reclamando el derecho
a unas condiciones de paz, de vida digna, gobernabilidad con espacios
participantes y de solución a ingentes demandas sociales aplazadas.
En este marco, con la voz, afecto
y
emoción propia anunciamos y reivindicamos la reconstrucción social de la región sur-colombiana, ahora invitamos
a reconstruirla en diversos niveles, los propios de los mandatarios de la
democracia representativa: gobernadores, alcaldes, concejales, diputados; pero también con los investigadores y
académicos; por supuesto con los periodistas y maestros, que llevan a toda la
región sus mensajes y sentidos simbólicos;
esta vez animada en una nueva y legítima aspiración por movimientos
sociales de pobladores urbanos y rurales y nuevos sujetos sociales de mujeres, niños y
población diversa.
Sí en efecto proponemos avanzar
en prácticas que conduzcan al buen vivir
concebido como un enfoque constructivo que debe animarnos a reivindicar los
derechos humanos y los de la naturaleza, a armonizar todo el conjunto de redes,
vínculos y nuevos pactos sociales, el buen
vivires una posibilidad de crecimiento productivo en todos los niveles, el
económico y por supuesto también el cultural.
Desde esta aspiración y enfoque proponemos a las autoridades, academia y
medios de comunicación abrir un debate amplio sobre los escenarios e iniciativas de paz y la cultura de convivencia en
nuestra región. Ese debate deberá conducir
a estudiar propuestas de políticas públicas locales, regionales y acciones
nuevas que rompan el círculo vicioso de la cultura de la muerte, que nos afecta
a todos y todas. Estando próximos a la
Cumbre de las Américas instancia a la cual deben llegar propuestas de base
social e iniciativas de la región, consideramos que es oportuno volver a llenar
de contenido una agenda pública
amplia de debate, reflexión y hechos de paz para la Región Sur-Colombiana. En esa agenda por supuesto deben estar, por
ahora temas que tienen especial interés para la cotidianidad y vida pública de
nuestro territorio, el país y el mundo; estamos haciendo referencia al
tratamiento y alternativas frente a los cultivos de uso Ilícito
(despenalización, legalización, descriminalización del consumo), los impactos
sociales y ambientales de los proyectos minero-energéticos, la seguridad, la
soberanía , la autonomías alimentarias, la educación pertinente, las relaciones
fronterizas y de los pueblos, los derechhumanos y las salida política frente al
conflicto armado.
La esperanza es la posibilidad que la humanidad genere nuevos mundos
posibles. Las fuerzas sociales,
políticas y el rico tejido social-comunitario, sus hombres, mujeres y los
artistas invitamos a recrear la región sur-colombiana. Pero ello no es posible sin nuevos imaginarios
alternativos a nuestras acrecientes tensiones y a las violencias de todo
tipo que producen profundos impactos en la vida colectiva e individual de las
personas. Porque creemos profundamente
en una cultura de vida, invitamos a una
movilización permanente del pensamiento
y a la sensibilidad de todas las fuerzas vivas en favor de una región creativa,
solidaria, reorganizada social y territorialmente
y en convivencia.
San Juan
de Pasto, 25 de Febrero de 2012.
Firman
ORGANIZACIONES
SOCIALES DEL SUR-COLOMBIANO
Planeta paz, Centro de
Investigaciones para el Desarrollo Humano y Social La Gotera ( Nariño), Escuela
de Derecho Propio Laureano Inampuez Cuatín (Nariño), Centro de Comunicación y
Producción Generación Alternativa (Nariño), Movimiento Campesino de Los Andes
(Nariño), Proyecto Comunidades Negras (Nariño), SIMANA Samaniego (Nariño), SIMANA
Tumaco (Nariño), SIMANA Ricaurte (Nariño), SIMANA Túquerres (Nariño), SIMANA
Chambú(Pasto) Central Unitaria de Trabajadores – CUT (Nariño), Comité de
Integración del Macizo Colombiano CIMA (Nariño), Fundación Hoy por Ti (Nariño),
Movimiento Piernas Cruzadas (Nariño), Organización de Estudiantes de Secundaria
de Túquerres OES (Nariño), Asociación de Usuarios Campesinos Unión y
Reconstrucción ANUC-UR (Cauca),Cabildo Mayor Pueblo Yanacona (Cauca), Asociación
de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN (Cauca), Asociación de
Víctimas del Conflicto Armado Renacer Siglo XXI (Cauca), Colectivo de Mujeres
en Resistencias hacia la Construcción de una Paz con Justicia Social del Cauca
(Cauca), Corporación para la Convivencia, el Desarrollo Humano, los Derechos
Humanos, el Ambiente y la Paz en la Amazonía CORCONDHESOS AMAZONÍA (Caquetá), Fundación
Afrocolombiana Unidos por la Cultura y los Derechos Humanos “FUNAMU” (Caquetá),
Coordinadora Departamental de Organizaciones Sociales, Sindicales, Agrarias,
Ambientales, Indígenas, Estudiantiles, Derechos Humanos CORDOSAC CAQUETA, Consejo
estudiantil Universidad de la Amazonía CEUNA (Caquetá), Mesa Ciudadana por la
Paz (Caquetá), Teatro Efímero de Puerto Caicedo (Putumayo), Asociación San
Vicente Luzón (Putumayo), Pueblo Nasa KWESX KWSXAW (Putumayo), Consejo
Comunitario para el Desarrollo Integral para las Comunidades Negras de la
Cordillera Occidental de Nariño y Sur del Cauca.
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