El mismo Ministerio de
Educación colombiano ha querido dar a entender que no hay
ningún problema por la cantidad de estudiantes en el aula, es decir, que
no hay diferencia en si un maestro enseña a un grupo de 25 o 45 alumnos. Es
mentira, la relación técnica alumno-docente sí incide en el proceso de
aprendizaje.
La razón fundamental es
que para un maestro no es lo mismo trabajar con grupos de 40 o 45 estudiantes,
como sucede en los colegios de Colombia, que con 20 o 15, como ocurre en los
países desarrollados. En este último caso, el docente puede realizar un trabajo
práctico y teórico con los estudiantes, desarrollar proyectos y hacer
seguimiento, cuando el grupo es de más de 20 personas es muy difícil adelantar
estas tareas.
Las relaciones técnicas
se encuentran contenidas en el Decreto 3020 de 2002, donde Fecode participó en
la discusión que dio como resultado esta normativa con el fin de establecer
parámetros adecuados que deberían respetarse en las aulas para asegurar un proceso
de aprendizaje con calidad.
Esa teoría que
desprecia la relación técnica viene desde el Banco Mundial y se relaciona con
el tema fiscal, que consiste en ajustar docentes al número de estudiantes según
el presupuesto. Tal práctica impide al maestro la posibilidad de ejercer el liderazgo.
Por ejemplo, en una clase de 55 o 60 minutos o incluso en bloques, aun cuando
trabajen en grupo, resulta demasiado complicado hacer evaluación individual al
trabajo académico de cada estudiante, y aún más difícil llevar a cabo una retroalimentación. Así el docente quiera estar pendiente de todos en su proceso
de aprendizaje no lo puede hacer; se ve obligado, entonces, a enfocarse en
quienes tienen más o menos problemas, o cual dificulta establecer una relación
equitativa con los estudiantes.
Colombia toma como
ejemplo en los resultados de las pruebas PISA a Cuba y Finlandia, cuando ellos
tienen profesores especializados que dedican tiempo personal a sus alumnos de
forma individual, es más, cuentan con auxiliares que les colaboran en algunas
temáticas.
En cambio, el sistema
colombiano obliga al maestro a enfocarse o en lo convivencial o lo académico; y
por prestar atención a las dos cosas al tiempo, muchos docentes terminan en
consultas psicológicas por estrés o con problemas de salud, en la voz, la
columna o los músculos.
Entonces sí, la calidad
de la educación está determinada por el número de estudiantes y, en nuestro
país, el Ministerio de Educación adopta políticas que, al promover el
hacinamiento en las aulas, van en contra del aprendizaje de los niños y niñas.
Totalmente de acuerdo; en particular el seguimiento de aprendizajes es mas productivo con grupos pequeños, dado que las señales para detectar los avances se hace de manera personalizada.
ResponderEliminarLa relación técnica está más enfocada en cumplir con unas imposiciones para el tipo de educación que exigen gobiernos extranjeros, que para los intereses de Colombia, esto obedece a que las grandes potencias requieren sistemas educativos en los países que dominan de mala calidad y que no velan por el principio de oportunidad a quienes lo reciben, sino que facilite la explotación de nuestros recursos y de nuestras gentes, mostrando esto que desde el ministerio no se está mirando nuestro beneficio y por ello no se persigue mejorar los procesos educativos, sino, reprimir y negar garantías para que no se pueda cumplir con los objetivos y fines definidos por la Ley General de Educación, por todo esto debemos luchar por cambiar el modelo educativo impuesto a los colombianos a través del ministerio y que no recoge las verdaderas necesidades de la educación Científica, de calidad que requerimos, pero además luchar por que esta sea financiada por el estado en su totalidad desde el Preescolar de los 3 grados hasta la universidad.
ResponderEliminarLa relación técnica está más enfocada en cumplir con unas imposiciones para el tipo de educación que exigen gobiernos extranjeros, que para los intereses de Colombia, esto obedece a que las grandes potencias requieren sistemas educativos en los países que dominan de mala calidad y que no velan por el principio de oportunidad a quienes lo reciben, sino que facilite la explotación de nuestros recursos y de nuestras gentes, mostrando esto que desde el ministerio no se está mirando nuestro beneficio y por ello no se persigue mejorar los procesos educativos, sino, reprimir y negar garantías para que no se pueda cumplir con los objetivos y fines definidos por la Ley General de Educación, por todo esto debemos luchar por cambiar el modelo educativo impuesto a los colombianos a través del ministerio y que no recoge las verdaderas necesidades de la educación Científica, de calidad que requerimos, pero además luchar por que esta sea financiada por el estado en su totalidad desde el Preescolar de los 3 grados hasta la universidad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo compañeros el Estado no tiene una filisofía de la educación clara y busca copiar las de otros a medias.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo compañeros el Estado no tiene una filisofía de la educación clara y busca copiar las de otros a medias.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo compañeros el Estado no tiene una filisofía de la educación clara y busca copiar las de otros a medias.
ResponderEliminarLa educación personalizada se ha aplicado en las universidades con grupos pequeños de 12 a 19 alumnos,máximo 20 y nos sirve de ejemplo para unirnos en torno a la calidad y en contra de la superpoblación por aula con 40,50 o mas alumnos,si somos honestos con nuestra práctica docente,no debemos vendernos para ser utilizados por los que tienen el control institucional privado o público de la educación sacrificando calidad a cambio de exagerada cobertura o sea :explotación económica,del docente,gananacias leoninas para los dueños del negocio y bachilleres graduados y promovidos por antiguedad mas que por conocimientos..
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